martes, 26 de mayo de 2015

Igualdad desde el minuto uno. | Interés


Está claro que la educación a un/a niño/a se lo dan sus padres, y que esa educación determinará la forma de ser de esa persona en un futuro. ¿Realmente nos damos cuenta de todo? ¿Por qué una niña tiene el cuarto de color rosa y un niño azul? ¿Por qué una niña juega con muñecas, bebés, cocinitas y artilugios de limpieza mientras que un niño juega con armas y profesiones físicas?


La niña al jugar con muñecas estilizadas y perfectas piensa que tiene que ser así, de esa forma física, maquillada, con vestidos y faldas…  Además tiene que quedarse en casa cuidando a los niños, cocinando y limpiando la casa. Y por último tiene que ser sumisa y pasiva.


El niño al jugar con armas piensa que es el dominante, el que manda. Además es el que trabaja fuera de casa, por tanto, es el que trae el dinero. Tiene que ser activo y tomar las decisiones.


Y ahora yo me pregunto, ¿Por qué intentamos luchar por la igualdad directamente en el trabajo (por ejemplo), y no enseñamos igualdad? ¿De verdad creéis que la condición de una niña debe ser esa? ¿Y la de un niño? ¿Por qué no apuntarías a tu hijo a gimnasia rítmica y a tu hija a futbol?
 
 
Somos como nos enseñan, los estereotipos, la educación, lo que vemos y escuchamos desde que somos pequeños. No a todas las mujeres les gusta maquillarse, ponerse falda, cocinar y fregar; y por supuesto no a todos los hombres les gusta desempeñar trabajos de esfuerzo físico y ser el único que aporta dinero a la economía de una casa. ¿Por qué no dar una educación en igualdad? Ellos tienen tiempo y derecho de poder elegir su futuro.

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