Definitivamente
ha llegado la generación de idiotas de la que Einstein hablaba.
Últimamente
veo mucha gente con la cabeza agachada, caminando, esperando el autobús, en una
fiesta con amigos, en el tren…
Tiene
gracia (no la tiene), cuando nos vamos a un lugar (de vacaciones por ejemplo) y
tenemos un paisaje bonito delante preferimos hacerle una foto (para subirla a
una red social) antes que mirarlo y disfrutar de él. Y no es solo con las fotos, si desayunamos
café, si comemos los macarrones de mamá, si tenemos sueño, si has tenido un
buen/mal día, si te ha dejado tu pareja… Da igual, todo lo publicamos… No
disfrutamos de nada, ni cuando estamos con personas, amigos, porque tenemos que
publicarlo.
La adicción
es cual que sin que suene tu móvil lo miras “por si acaso” o “para ver que ha
puesto la gente” en vez de estar tomándote un café, leyendo un libro o
compartiendo con un amigo, porque en el momento en el que estás con el móvil no
te enteras de lo demás, no ves lo que hay a tu alrededor…
Me
sorprende la cantidad de gente que confiesa que si se le estropea el móvil se
agobiarían, alterarían o reacciones similares. Y no solo eso, sino que si encima
se lo roban, les han destrozado la vida. Si señores, guardamos todo en el móvil
y en tu móvil se queda todo guardado TODO, da igual que lo borres, está ahí…
Creerme.
Nos
comunicamos con las personas detrás de una pantalla en la que no existe
entonación, ni gestos, ni vergüenza, ni miedo… Es más fácil pedir perdón por
whatsapp, o decir te quiero, ¿verdad?
Pasan
tantas cosas a nuestro alrededor mientras agachamos la cabeza… Hay emociones,
sentimientos, hay gente esperando a que sueltes el teléfono para mantener una
conversación TRADICIONAL (juro solemnemente que hay vida al apagar el
móvil).
Nos
levantamos y miramos el móvil y os aseguro que antes de dormir miramos lo
miramos. ¡Y ahora los móviles tienen de todo! ¿Quién tiene una linterna en
casa? ¿Y un calendario? ¿Un despertador? Lo tiene todo, y por supuesto las
redes sociales (que de sociales tienen poco, todo sea dicho). ¿A cuántas personas conoces de tus amigos de
facebook? Y dentro de ese grupo, ¿a cuántos ves por lo menos una vez al mes?
Eso es… Las redes sociales no te acercan a las personas, te alejan de ellas.
Me gustaría
que te respondieses sinceramente a las siguientes preguntas:
¿Cuántas horas
pasas mirando una pantalla? (Me da igual teléfono, tablet, ordenador…)
¿Resulta
tan difícil llamar a una persona, decidir un lugar y una hora y hablar todo lo
que tengáis que hablar pero en persona?
¿Te resulta
igual el contacto con las personas a través de una pantalla?
Me gustaría
que todo el mundo se diese cuenta de la cantidad de cosas que se pierde al
hablar por teléfono y no hacerlo en un parque, en una terraza o en una casa…
Yo también
soy víctima de estos aparatos, no os sintáis tan mal… Pero somos una generación
de idiotas. No digo que no lo utilicéis, si todo en su justa medida es bueno,
pero todo en exceso es malo.
Los trenes pasan una
vez, no lo pierdas por tener la cabeza agachada.
¡Nos vemos
pronto!
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